26 de agosto de 2022.
Con la presencia del equipo de la película Lunáticos, de Martín Salinas, se realizó en el día de ayer una nueva edición de Encuentros en el Gaumont, un ciclo de charlas con los protagonistas del cine argentino, organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
Luego de la proyección de Lunáticos, una comedia negra realizada en coproducción con Uruguay y México, el público compartió una charla con Liliana Mazure, productora por la parte Argentina, los actores Gerardo Chendo, Rafael Spregelburd y Francisco Lumerman y el director de fotografía Marcelo Iaccarino.
La conversación se centró en aspectos del proceso creativo y en anécdotas de los invitados, en un clima distendido. Liliana Mazure ofició de moderadora, presentó a los restantes miembros de la producción y disculpó a Martín Salinas, director y guionista, quien no pudo estar presente debido a un viaje.
Sobre el desarrollo de trabajo, la productora comentó: “Salinas elaboró la idea hace mucho tiempo, cuando el conflicto entre China y Estados Unidos no existía. Si la hubiésemos estrenado el año pasado nadie lo habría podido creer. De hecho, una de las coproductoras mexicanas, decía ‘pero, ¡no, eso no es verosímil!’. Fui testigo del enorme desempeño que hizo Martín, del compromiso con cada uno de los actores y el conjunto, en todos los ensayos previos al rodaje”.
Gerardo Chendo –quien interpreta a Tommy Luján, un presentador de televisión– expresó: “Un aspecto que siempre me parece necesario y productivo, y que trae muchísimos beneficios en el cine, es poder ensayar previamente. Participamos de la búsqueda y la propuesta creativa y eso hace la diferencia, porque llegas al set, que impone su tiempo y ritmo, preparado”. Y agregó: “Fue un rodaje muy placentero, a pesar de estar todo el tiempo en alerta naranja debido a la pandemia, siempre a punto de estallar por los aires”.
Por su parte, Rafael Spregelburd –quien encarna a Juan Murray, un funcionario de FMI– recordó también el trabajo previo al rodaje y consideró algunas estrategias inusuales en los procesos de grabación. “La clave fue el ensayo. En general, en el cine no se ensaya de esta manera o lo hacen sólo los protagonistas, pero al ser una película coral se trabajó grupalmente el texto. Pudimos probar todos los tonos posibles. Esto es posible cuando hay un director que tiene claridad en su proyecto”, dijo Spregelburd. Sobre la dirección y la producción, el actor destacó la importancia de la precisión para poder coordinar el entrelazamiento de las historias, ya que eran filmadas en lugares distintos y en tiempos diferentes; sin esa organización previa todo hubiera resultado muy difícil.
El director de fotografía, Marcelo Iaccarino, añadió: “Martín viene de la animación, por lo tanto, a la hora de hacer una película ya tiene en su cabeza la idea general y eso le permite visualizar la historia, cuadro a cuadro”.
Finalmente, el actor Francisco Lumerman se mostró muy complacido con la metodología y agradeció haber podido ser partícipe de la película.
