En una nueva jornada del ciclo Encuentros en el Gaumont, organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el pasado miércoles 13 de julio en la Sala Leonardo Favio, con una importante concurrencia de público se proyectó el largometraje Pequeña Flor, del realizador Santiago Mitre. Finzaliazada la película, el público presente dialogó con el director y los actores Daniel Hendler y el catalán Sergi López. La charla, que contó también con la presencia Javier Juliá, director de fotografía,  fue rica tanto en ideas y anécdotas que marcaron un ritmo relajado y divertido del encuentro, como en cuanto a las preguntas e inquietudes sobre el detrás de escena.

Santiago Mitre, comenzó la charla agradeciendo la presencia de los presentes: “Qué lindo ver una sala con mucha gente, no lo veía desde antes de la pandemia Una pequeña efeméride, a esta película la terminamos de filmar en 2020, antes de la pandemia, en Clermont-Ferrand, la ciudad donde transcurre toda la historia, y una noche larga de rodaje nos despedimos de Sergi y no nos volvimos a ver desde ese día y por suerte lo tenemos acá. Es muy lindo tenerlo para compartir la charla de la película”.

«En esta película, los personajes tienen algo muy lúdico. Cuanto más los podíamos disfrutar, más lejos llegábamos. Santiago nos daba márgenes, nos dejaba ir lejos”, dijo Sergi López.

Para romper el hielo, Mitre le hizo la primera pregunta a Hendler, sobre cómo fue hacer una película hablada en francés.

Hendler: “Primero, fue un desafío, porque, como bien sabés, querías que yo haga la película, pero había que pasar el filtro de los franceses. Ver si yo tenía un acento más o menos digno o, lo suficientemente ridículo para que ellos se conmovieran y, tuve que hacer una prueba de una escena en francés. Lo practiqué con una profesora divina, pero cuando se lo mostré a un amigo que habla muy bien francés me dijo –  De ninguna manera. Eso está mal. Estás haciéndote el francés y les va a perecer horrible. Hablá como vos -. Finalmente le hice caso y pasé la prueba. Fue difícil, porque cuando uno actúa trata de pensar, se actúa con el pensamiento y es difícil en otro idioma porque por más que uno entienda lo que está diciendo y haya aprendido no tiende a pensar en ese idioma, pero fue muy lindo hacerlo.»

Ante una consulta sobre la paleta de colores y la influencia de color azul en la película, Javier Juliá, director de fotografía respondió “No creo que haya habido una decisión completamente consiente del color azul, sí del rojo, que es el leimotiv de la película junto con la música”, y el director agregó: “Había una intensión de trabajar en la película con colores primarios fuertes. El rojo y el azul son dos colores que se destacaban cuando pensamos en la paleta. Era una película donde tenía que haber elementos cromáticos contundentes. No sé si el azul es una casualidad, pero había algo en el personaje de Daniel en donde tendíamos a llevarlo al color primario más frio, que es el azul. Es el personaje que contiene todos los enigmas que tiene la trama.”

El director también contó que “La película es una adaptación de una novela de Iosi Havilio. Cuando la leí me gustó muchísimo. Más allá de que la novela transcurre en un lugar indefinido de Argentina, hay algo de estar fuera de la ciudad y hay algo que tiene el personaje, de aislamiento mental, cómo que estar en el extranjero ayuda a la adaptación y, la verdad es que lo que sucedió fue un poco azaroso, mientras terminaba la película anterior, viajé a Francia, le conté la idea a la productora francesa y le gustó, pero me dijo que la filmáramos en Francia.”

«Cuando uno actúa trata de pensar, se actúa con el pensamiento y es difícil en otro idioma porque por más que uno entienda lo que está diciendo y haya aprendido no tiende a pensar en ese idioma, pero fue muy lindo hacerlo«, dijo Daniel Hendler

Consultado Sergi López sobre el proceso de construcción del personaje, el actor catalán contó “el proceso fue muy lúdico. Cuando lees un guion, como en este caso, te das cuenta que es un objeto muy particular. Esperas conocer al director y corroborar que hay un sentido del humor, que hay una inteligencia, muchos registros distintos. El personaje que me tocó a mí es un bombón desde todos los puntos de vista. No soy de intelectualizar demasiado, es algo que tiene que ver con el juego, con la generosidad, con explotar. En esta película, los personajes tienen algo muy lúdico. Cuanto más los podíamos disfrutar, más lejos llegábamos. Santiago nos daba márgenes, nos dejaba ir lejos.”